De La Vida Real A La Pantalla: El juicio de los 7 de Chicago

"Si quieres disfrutar de una velada tranquila, no hables de religión ni política con tus invitados”. Esta es una frase que he oído en diferentes formas pero que ha demostrado ser cierta.

Estuve pensando un buen rato si les hablaba de esta película o no, vivimos unos tiempos donde muchas personas consideran que quien no piense igual a ellas es el enemigo, más que nada, al momento de hablar de política.

En ese sentido, esta película muestra una realidad social que no ha cambiado mucho desde los hechos de 1968 que relata, su desarrollo expone una verdad actual innegable, ya que “El juicio de los 7 de Chicago” (The Trial of the Chicago 7) señala el abuso de poder, y la discriminación por pensamiento y color de piel; algo que sigue ocurriendo hoy en día.
 
 
Desde que vi el tráiler de esta película, supe que la quería ver al momento de su estreno, simplemente por el hecho de que fue escrita por Aaron Sorkin.

Para mí, Sorkin es un genio, está detrás de las series televisivas El Ala Oeste de la Casa Blanca (The West Wing) y The Newsroom, las cuales vi de principio a fin sin perderme ni un episodio.

También es el creador de brillantes guiones como el de Cuestión de Honor (A Few Good Men), Rompiendo las reglas (Moneyball), La Red Social (The Social Network) –por el cual ganó el Óscar-, y de una de mis comedias de romance favoritas (sobre todo por la inteligencia de su trama y diálogos): The American President.

Les confieso que solo por el hecho de ser el escritor de Cuestión de Honor, es motivo para querer ver otra película suya sobre drama judicial, pero si le agregamos el resto de sus obras, es como cientos de cerecitas deliciosas sobre un pastel, además, si tienen la oportunidad de leer sus entrevistas sobre el proceso creativo y las anécdotas detrás de “El juicio de los 7 de Chicago”, lo van a apreciar aún más.


En fin, no fui decepcionada, el talentoso y multifacético elenco es magistral en sus actuaciones. Combinando un tema muy serio con unas chispas de comedia, cargada de diálogos rápidos, y flashbacks ingeniosamente hilados, para mostrarnos lo que ocurrió en las protestas y los eventos del juicio, la historia me mantuvo (literalmente), al borde de mi asiento. No quise perderme de nada.

Es necesario hacer una introducción histórica para entender lo que este juicio representó: a finales de agosto de 1968, en Chicago se realizó la Convención Nacional Demócrata (que se realiza todos los años), en la cual se revelaría el candidato presidencial de este partido.
 
Para esa época, había una división por la intervención militar en Vietnam, y por esa razón, a esta ciudad llegaron miles de personas para protestar contra la guerra, y las muertes innecesarias de soldados que conllevaba.


Los ánimos estaban caldeados, habían asesinado a Martin Luther King y Robert Kennedy, y eso había afectado profundamente a la sociedad estadounidense, así que, cualquier acto que reflejara algún tipo de injusticia, podría iniciar un incendio que no sería tan difícil de apagar.

Inicialmente, todas las manifestaciones fueran tranquilas y pacíficas, basadas en recitales de baile, poesía y música, también hubo representaciones teatrales, como la de llevar a la ciudad a un cerdo llamado Pigasus para que fuera nominado a ser candidato presidencial.


Lamentablemente, luego de que la policía provocara a los manifestantes de distintas maneras, estos se rebelaron, y en respuesta, los civiles recibieron una represión inusualmente salvaje.

Como una pausa al relato de estos eventos, y para ampliar el contexto de la historia, el Informe Walker de 362 páginas, basado en una revisión de más de 20.000 páginas de declaraciones de 3.437 testigos y participantes, y encabezado por observadores independientes, fue publicado en diciembre de ese mismo año donde concluyeron lo siguiente:

“Los policías individuales, muchos de ellos, cometieron actos violentos muy por encima de la fuerza requerida para la dispersión de la multitud o el arresto. Leer desapasionadamente los cientos de declaraciones que describen de primera mano los hechos de los domingos y los lunes por la noche, es convencerse de la presencia de lo que solo puede llamarse un motín policial”.

 
Así que, luego de esta represión brutal, ocho de estos manifestantes, -algunos ni se conocían hasta el momento del juicio-, fueron acusados de conspirar en conjunto para desestabilizar la autoridad y democracia de Estados Unidos, y el caso fue llevado a juicio (el centro de la trama de esta película).

Uno de ellos, fue relevado de los cargos y por eso, el resto del grupo entraron en la historia como los Siete de Chicago. Por cierto, la participación de este relevado, y las injusticias que se cometieron contra él solo por el color de su piel, es lo que más me afectó de toda la cinta.

En fin, el punto central de la razón de esta farsa judicial, fue porque Nixon había ganado la presidencia, y deseaba mostrar una imagen de hombre duro que lograba conseguir condenas ejemplificadoras, manipulando el sistema judicial por razones políticas.


Explicado el contexto, voy a mis razones del por qué es necesario ver esta producción: no importa cuál sea la visión política de cada quien; las injusticias sociales existen, el abuso de poder existe, la discriminación por raza y pensamiento existe, y son temas que deben ser conversados.

Adicionalmente, aunque estoy totalmente en contra de la violencia y el vandalismo, creo que la protesta es tanto un derecho como un deber, si uno ve que algo no está bien, debe decir o hacer algo al respecto.

El problema con eso está, en que los radicalismos de muchos llevan a desvirtuar el derecho universal de manifestar nuestro descontento: algunos creen que protestar es igual a destruir, ya sean los que estigmatizan a los protestantes asumiendo que todos son violentos, o, los que creen, que porque tienes el derecho a reclamar, también tienes derecho a vandalizar. 
 
Ninguna de las dos posturas es correcta, así como no es correcto que las fuerzas policiales abusen de su poder para lastimar a civiles.


Para concluir, lo maravilloso de esta película, es que da la oportunidad de abrir esos temas de conversación de una manera inteligente y muy entretenida, con unas actuaciones fabulosas y una experiencia visual interesante que nos llevan a reflexionar. Los invito a que vean esta producción.


¡Nos leemos pronto!
 
 

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